
En fechas recientes se ha celebrado en Barcelona el
Mobile World Congress (MWC) 2018, cuyas novedades han tenido un amplio
seguimiento por los medios de comunicación. Este encuentro mundial se realiza
en Barcelona por decimotercer año consecutivo, funcionando como escaparate de
las principales novedades tecnológicas. Y en esta edición se han presentado
novedades que hablan de la cuarta revolución industrial, Inteligencia
Artificial, coches conectados, Internet de las Cosas o tecnología 5G.
Estas propuestas van dirigidas al desarrollo de aplicaciones
para crear la denominada Industria 4.0, en un mundo globalizado donde la
conectividad es cada vez más sofisticada y ubicua. Las propuestas presentadas
están relacionadas con tecnologías como el reconocimiento de voz, los chatbots
(programas informáticos parlantes), los asistentes virtuales, el Internet de
las Cosas, el coche autónomo, la robótica, la realidad virtual y aumentada, la
computación cuántica, la transformación digital, los servicios en la nube, la
ciberseguridad o la analítica de datos. Una de las propuestas que más ha
llamado la atención en esta última edición del MWC ha sido la Inteligencia
Artificial (IA) y sus aplicaciones en desarrollos que exigen una interacción
compleja con diferentes tecnologías.
En el campo de la educación, los expertos plantean que algunas de estas tecnologías tendrán una presencia significativa en la enseñanza a medio plazo. Principalmente se destaca la realidad virtual, la robótica educativa, los sistemas de tutoría inteligente y aprendizaje online o la analítica del aprendizaje; como opciones que, con toda probabilidad, ocuparán un lugar destacado en las aulas dentro de quince años.
Así, la robótica educativa, iniciada a partir de que Lego
desarrollara en los años ochenta sus primeros kits de robótica bajo la marca
Mindstorms, se han lanzado al mercado numerosos modelos destinados a promover
distintas áreas del aprendizaje. Diferentes empresas han creado materiales que permiten
a los estudiantes crear y programar sus propios robots, lo que ayuda a
desarrollar el pensamiento lógico-deductivo y la creatividad. Los sistemas de
tutoría inteligente, se apoyan en herramientas como el reconocimiento
automático de habla (RAH) y el procesamiento de lenguajes naturales (PLN).
Estos tutores cognitivos guían de manera adaptativa el aprendizaje y la
ejercitación en distintas disciplinas. La analítica del aprendizaje es un área
que trabaja en la medición, recopilación y análisis de datos de los estudiantes
durante el proceso de aprendizaje. Tiene utilidad, por ejemplo en las
propuestas basadas en los MOOC y los sistemas de aprendizaje online, donde
pueden manejarse grandes cantidades de datos.
Que estas
proyecciones lleguen a ser una realidad y supongan mejoras reales y significativas
para los procesos de enseñanza-aprendizaje, dependen en gran medida de que los
docentes y demás sectores de la comunidad educativa resuelvan
satisfactoriamente los retos que estas tecnologías plantean. La dificultad
principal radica en resolver su integración en los contextos y situaciones específicamente
educativos, lo que implicará reformular los códigos de enseñanza, mediante una
toma de conciencia sobre las posibilidades de la inteligencia artificial en la
educación y, reformular los procesos de enseñanza-aprendizaje para que estas
nuevas tecnologías encajen de una forma práctica y significativa, de manera que
puedan reportar los beneficios esperados.
Resulta de interés, para profundizar en estas cuestiones,
consultar el proyecto One Hundred Year
Study on Artificial Intelligence (AI100), impulsado por la Universidad de
Stanford.