martes, 14 de noviembre de 2023

El debate de los móviles en las aulas






"Escritura digital y educación: el m-learning" es una novedad editorial que se incorpora al debate sobre la presencia de las tecnologías en las aulas. El mobile-learning (m-learning) cabe definirlo como un formato de aprendizaje que permite a los estudiantes acceder a información y material educativo en cualquier momento y lugar, haciendo uso de dispositivos inalámbricos, como teléfonos móviles inteligentes (smartphones), tablets y ordenadores portátiles. De manera sustancial, lo que caracteriza a esta modalidad de aprendizaje no es tanto la existencia de los dispositivos, como la referencia a la ubicuidad (acceso a internet en cualquier lugar) y a una conectividad constante, lo que dota de autonomía a la actividad formativa.

La escritura digital es una consecuencia del uso de estos dispositivos. Su uso es habitual en las notificaciones y mensajes de las aplicaciones móviles, especialmente en las redes sociales. Esta es una de las cuestiones que refuerzan el uso de la tecnología móvil. Se trata de variantes del lenguaje aceptadas voluntariamente, por jóvenes (preferentemente por la denominada generación Z) que se diferencian de la norma académica, pero que no se perciben como un mal uso del lenguaje. Se busca una economía del lenguaje y la aceptación de unas formas expresivas que se valoran, como elementos distintivos y de pertenencia a un colectivo que utiliza «el lenguaje de los jóvenes».

Resulta relevante analizar la percepción que se tiene del móvil o celular como objeto de ocio y entretenimiento, lo que puede actuar como barrera para identificar posibles usos educativos o académicos de estas tecnologías.  En cuanto al debate abierto a nivel social sobre aceptar o prohibir la presencia de los teléfonos móviles en los centros educativos, lo que aquí se aporta es plantear cómo pueden ser los usos educativos utilizando estas tecnologías en situaciones de aprendizaje, planteadas a iniciativa del profesorado. El uso indiscriminado de los móviles, en las aulas o en otros contextos, por parte de niños y adolescentes no es adecuado. Merece la pena abordar estas cuestiones desde un enfoque educativo, que es lo que se propone el libro aquí presentado.

Para más información sobre las características de la obra consultar aquí


martes, 22 de agosto de 2023

La informática cuántica y su utilidad







La informática cuántica utiliza mecánicas cuánticas para resolver problemas complejos mucho más rápido que los ordenadores clásicos. Se trata de un paradigma de computación complejo respecto a la informática que conocemos, que está basada en la combinación de bits binarios para gestionar y tratar la información. Por el contrario, la informática cuántica se apoya en el uso de una nueva unidad de procesamiento, el cúbit o qubit (ver imagen) que puede tomar varios valores a la vez. Los bits de la computación clásica pueden estar configurados como uno o cero, pero solo con un valor o estado a la vez, en tanto que el cúbit puede contener los dos estados simultáneamente. Esto abre nuevas ventanas lógicas que hacen posible el desarrollo de nuevos algoritmos. En un bit almacenamos valores discretos, mientras que un cúbit tiene la capacidad de almacenar valores continuos. A esta capacidad de almacenar numerosos estados posibles de cero y uno al mismo tiempo se la denomina superposición cuántica.

A medida que evoluciona la tecnología y se reduce el tamaño de los transistores para producir microchips cada vez más pequeños, esto se traduce en lograr una mayor velocidad de proceso. La consecuencia es que se amplía la capacidad de almacenar muchísimos más estados por unidad de información y operar con algoritmos mucho más complejos y eficientes a nivel numérico.

Esta nueva generación de superordenadores cuánticos aprovecha el conocimiento de la mecánica cuántica —la parte de la física que estudia las partículas atómicas y subatómicas— para superar las limitaciones de la informática clásica. Aunque la computación cuántica presenta en la práctica problemas de escalabilidad, o exigencias como precisar de entornos extraordinariamente fríos y únicos, permite realizar multitud de operaciones simultáneas y eliminar el 'efecto túnel', que afecta a la programación informatica actual. Este efecto se produce cuando un electrón puede atravesar una barrera de potencial lo que estaría prohibido en física clásica ya que este rebotaría como una pelota frente a una pared. Esto es posible debido al carácter ondulatorio del electrón. La mayor parte de la electrónica tiene su base en el efecto túnel.

En síntesis, la computación cuántica, llamada a liderar la transformación digital, supone un gran cambio cualitativo, respecto a la informática que conocemos. Es un paradigma diferente, todavía en proceso de desarrollo, que trabaja con cúbits y mecánica cuántica. Su futuro está ligado a innovaciones en ámbitos como la mejora en la seguridad de las comunicaciones, tecnologías de la salud, la inteligencia artificial y las redes de aprendizaje profundo. 

viernes, 4 de agosto de 2023

Inteligencia Artificial y Cine





Imagen del superordenador Hall 9000 de la película '2001: una odisea del espacio (1968)'.

Con la irrupción de la tecnología ChatGPT en nuestras vidas, la inteligencia artificial (IA) ha pasado a un primer plano de la actualidad. Un software basado en un modelo de lenguaje regido por inteligencia artificial, que puede generar textos coherentes y crear contenido de todo tipo de manera autónoma. De hecho, se ha abierto un debate social sobre los avances que aporta, pero también sobre los temores y posibles peligros que suscita; especialmente desde una perspectiva ética. Sin embargo, la inteligencia artificial lleva con nosotros desde hace muchos años (el término se acuñó en 1956). Siendo esto así, el cine ha reflejado desde fechas tempranas la coexistencia entre humanos y máquinas inteligentes. 

De hecho, podemos remontarnos a la época del cine mudo donde encontramos el primer clásico de ciencia ficción: Metrópolis, una película alemana dirigida por Fritz Lang en1927. El guión fue obra de Thea von Harbou, esposa de Lang. La película nos muestra una gigantesca ciudad futurista en el año 2026. En ella encontramos dos clases sociales claramente diferenciadas: la clase dominante, que posee el poder económico e intelectual, que vive con grandes lujos en la superficie; y la clase de los trabajadores, al servicio de las máquinas, que habita en el subsuelo. Aquí ya aparece el mito del peligro que acompaña a los avances de la ciencia y la tecnología. Podemos encontrar sus referentes iniciales en el relato de Frankenstein, publicado por la escritora Mary Shelley en 1818, y que alcanza en Metrópolis uno de sus imaginarios más poderosos e influyentes. Terminator (James Cameron, 1984) o Matrix (Hermanas Wachovsky, 1999) pueden considerarse actualizaciones de este mito. 

Posiblemente, la mejor película de ciencia ficción en la que se aborda la relación entre la inteligencia artificial y la especie humana es: 2001: Una odisea del espacio, dirigida por Stanley Kubrick; fue estrenada en 1968. Está considerada como una obra maestra y ha sido aclamada por su innovadora narrativa visual, su impresionante diseño de producción y su profunda exploración de temas filosóficos y existenciales. El film indaga sobre temas relativos a la inteligencia artificial, la autonomía individual, la relación entre humanos y maquinas, e incluso sobre la búsqueda de Dios. 

Para ampliar la información sobre esta temática, puede consultarse el artículo del autor publicado en la revista de cine Encadenados.