sábado, 1 de marzo de 2008

Docencia virtual en las universidades españolas

Las universidades españolas cada vez confían más en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), pues el 93% posee un plan institucional de docencia virtual, bien ya implantado (79%) o bien en desarrollo (14%).
Estos datos aparecen en el estudio "Universitic 2007: las TIC en el sistema universitario español", realizado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que analiza la evolución de las TIC entre los años 2006 y 2007. El informe destaca que el presupuesto destinado a las TIC en las universidades españolas creció un 10%, desde los 201 euros por alumno de 2005, hasta los 220 euros. En un año también aumentó un 30,3% el número de aulas con cobertura Wifi, alcanzando así al 71% del total, y se incrementaron en un 9,1% las iniciativas relacionadas con la docencia virtual, así como en un 18,7% el número de alumnos que se sirven de la docencia virtual en su aprendizaje.
El informe señala que el 52% de los puestos de alumnos en las aulas contaban en 2007 con conexión a Internet, dato que mejora sensiblemente con respecto al año anterior, ya que se ha incrementado este indicador en un 62,3%. El aspecto negativo se encuentra en que ha descendido en un 35% el porcentaje de convenios basados en el intercambio de experiencias tecnológicas entre 2006 y 2007.
UNIVERSITIC es un informe que publica anualmente la Comisión Sectorial TIC de la CRUE y donde se analiza la situación de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones en el Sistema Universitario Español. Este estudio se realiza en base a una encuesta que recoge los valores de un conjunto de indicadores contenidos en el Catálogo de Objetivos e Indicadores diseñado por la propia Comisión Sectorial TIC.
Este informe puede consultarse en la siguiente dirección: http://www.crue.org/UNIVERSITIC/

martes, 26 de febrero de 2008

No es país para viejos

No es país para viejos es un título que suena algo forzado en el idioma español. Se trata de una traducción literal del título de una excelente novela de Cormac McCarthy, y también de la última película de los hermanos Coen. Sin embargo, es un título acertado, ya que recoge dos componentes fundamentales del relato. El país evidentemente es Estados Unidos, en su versión más truculenta y sombría, y el viejo que nos cuenta la historia desde su punto de vista, es un veterano sheriff, perplejo y superado por la realidad violenta que le rodea y no llega a comprender.
Cormac MacCarthy (Rhode Island, 1933) considerado por la crítica como unos de los mejores escritores norteamericanos contemporáneos, ha ganado con su novela La carretera el Premio Pulitzer de ficción en 2007.
En No es país para viejos, publicada en 2005, McCarthy muestra la cruda realidad del mundo fronterizo, tanto real como metafóricamente en el que vivimos hoy. Lo hace con una escritura concisa de frases breves y diálogos memorables que sugieren dudas sobre la naturaleza del ser humano, sobre su lado más oscuro e inquietante. Un relato que explora el lado marginal, delictivo, donde ya no se encuentran valores ni comportamientos éticos. Un mundo de enfrentamientos sin normas, donde solamente vale eliminar al adversario.
En la novela de McCarthy, el lector accede al relato a través del diálogo interior del sheriff Bell, personaje interpretado en la pantalla por Tommy Lee Jones. McCarthy habla del ocaso de la ética del cowboy y de la emergencia de su sustituto: el depredador sin moral, con una conducta arbitraria –resuelve sus dilemas con una moneda al aire-, y aniquladora.
Los hermanos Ethan y Joel Coen para visualizar esta historia han dirigido sus miradas hacia el Lejano Oeste americano, en su versión spaghetti western, incorporando toda su violencia gratuita y sus paisajes desolados como elementos narrativos. No se trata de un western crepuscular, sino de un western deconstruido, lo que queda cuando el western, entendido como una moral y una épica, ha dejado de existir.
La historia comienza cuando Llewelyn Moss, un cazador y ex-marine en Vietnam, encuentra varias furgonetas abandonadas, rodeada de cadáveres. Dentro de los vehículos permanece una partida de heroína y poco después descubrirá más dos millones de dólares en efectivo. Cuando Moss decide quedarse el dinero, comienza una persecución, ligada a una catastrófica cadena de violencia sobre el rastro de sangre que deja el botín, robado de una operación fallida de narcotráfico en los confines entre Texas y México. Ni siquiera la ley del Sheriff Bell puede contener toda la furia desatada por una persecución enloquecida.
Uno de los grandes aciertos de la película ha sido disponer de un reparto ecléctico y de calidad que encabezan Tommy Lee Jones en el papel del sheriff y Josh Brolin como el cazador del botín. Javier Bardem asume el papel del asesino a sueldo Anton Chirgurh, contratado por un narco para recuperar el dinero. Es un personaje que actúa como epítome de la maldad, que elimina a sus víctimas utilizando un instrumento de matadero industrial, y que confiere al film una atmósfera de desasosiego. Bardem dota a su personaje de un carácter sobrenatural, fantasmagórico, que queda corroborado en el sorprendente final. Permanentemente vestido de negro y con el pelo a lo “Principe Valiente”, -uno de los rasgos del humor negro que transita por la película-, el actor español da vida de manera muy convincente a un personaje terrorífico, que disemina el mal allá por donde pasa, y que no para en medios para recuperar el citado botín.
En la 80ª Ceremonia de los Oscar de este año 2008, No es país para viejos ha conseguido cuatro premios a la mejor película, mejor dirección, mejor guión adaptado, y también al mejor actor secundario para Javier Bardem. Es sin duda un excelente colofón para una película multipremiada y de gran calidad, aunque posiblemente no supere a otras obras de los hermanos Coen, como Fargo, que también obtuvo un Oscar al mejor guión original, Muerte entre las flores o Barton Fink.

lunes, 25 de febrero de 2008

Web 2.0 y Universidad 2.0

Desde el año 2004 se ha introducido un término en el campo de las TIC que identifica un conjunto de iniciativas o tendencias en los usos de Internet; se trata de la expresión Web 2.0. En el año 2004 la editorial O’Reilly Media tomó la iniciativa de organizar una conferencia que denominó Web 2.0. El término fue acuñado por Dale Dougherty para sugerir que la web estaba en esos momentos en un proceso expansivo con reglas y conceptos que evolucionaban. En consecuencia, la denominación Web 2.0 se utiliza, para identificar una serie de conceptos, tecnologías y fundamentalmente una nueva actitud hacia esas tecnologías y sus aplicaciones.
El hecho de que la web se está convirtiendo en la plataforma sobre la que se ejecutan nuestras aplicaciones, cada vez de manera más independiente del sistema operativo de nuestro ordenador, representa un cambio muy significativo y trascendente. Es necesario destacar el concepto de software social, que se refiere al uso de la comunicación mediada por ordenador para la formación de comunidades virtuales: una aplicación basada en la web se pone a dis­posición de una multitud de usuarios que aportan e intercambian información.
Así, Web 2.0 trata de diferenciarse de una previa Web 1.0 que correspondería a una concepción de la tecnología web y sus aplicaciones, anterior a 1999, tal como fue diseñada por Tim Berners-Lee. Las características de la Web 1.0 se vinculan a herramientas como el buscador Altavista, el correo Hotmail, el gestor de páginas gratuitas GeoCities, la en­ciclopedia Encarta, el gestor de imágenes Ofoto o el navegador Netscape, cuyo lugar toman progresivamente herramientas equivalentes «2.0», como Google, GMail, Blogger, Wikipedia, Flickr o Firefox, respectivamente, dando lugar a lo que algunos autores denominan una “web semántica”, apoyada en los metalenguajes y diferentes estándares de representación, mejorando así la gestión de la información en la Red y su usabilidad. Es relevante subrayar que la incorporación de estas nuevas herramientas propone un cambio de mentalidad en los usuarios. De ser consumidores de información pasan a ser autores que difunden y comparten sus ideas y creaciones. Sin embargo, prácticamente todas las tecnologías que caracterizan esta nueva «versión» estaban ya presentes con anterioridad al 2004 y, en muchos casos, incluso en 1999.
Dentro de este planteamiento nos encontramos con la propuesta de Universidad 2.0 como espacio de intercambio y de conocimiento académico en red, donde destaca el potencial de los blogs en las dos áreas básicas de la enseñanza superior: docencia e investigación. Algunas características propias del formato, como son su facilidad y la interactividad con los usuarios, hacen de esta opción un medio idóneo para el trabajo con modelos de enseñanza en red –edublogs-, así como para su adaptación a proyectos de divulgación científica –blogs académicos-.
El Joint Information Systems Commitee (JISC) es una organización dedicada a promover el uso de las TIC en la investigación y la docencia, que ha publicado un informe accesible en la Red sobre las aplicaciones educativas de la Web 2.0 en la enseñanza superior bajo el título Web 2.0 for Content for Learning and Teaching in Higher Education. El estudio se centra en los usos de la tecnología para crear y compartir contenidos para la enseñanza y el aprendizaje en la educación superior.
El Wiki Universidad 2.0 es una aportación de origen español que pretende fomentar el intercambio de ideas, opiniones y experiencias relativas a la Universidad 2.0, planteando una serie de buenas prácticas a seguir, fruto de la experiencia y aplicaciones de dicho concepto en el entorno universitario en toda su extensión. Para tener una referencia aplicada de lo que representa la propuesta Universidad 2.0 resulta de interés consultar la página de artículos del citado Wiki en la dirección: http://universidad20.wikispaces.com/Articulos