domingo, 27 de diciembre de 2020

Las redes 5G y la Educación


El año 2020 que ahora termina ha sido el periodo en el que se ha iniciado en España el despliegue de las redes móviles 5G. Esta tecnología que progresivamente se irá incorporando a nuestra realidad cotidiana, permitirá una alta capacidad de conectividad, mejorando exponencialmente la actual. Las redes 5G permiten que los dispositivos se conecten entre sí directamente de una forma más eficiente y con un menor gasto de energía. Esto va a implicar el flujo de una ingente cantidad de datos procesados con herramientas de big data, que se traducirán en servicios gestionados por sistemas de Inteligencia Artificial. La consecuencia será el desarrollo de nuevas realidades en el marco del denominado Internet de las cosas, como las smart cities (ciudades inteligentes), la domotización de los hogares, la gestión autónoma del tráfico de vehículos en todas sus escalas, etc. La eliminación en la práctica de la latencia, tiene como consecuencia que las comunicaciones serán casi instantáneas, lo que aligerará el consumo de los dispositivos digitales, dando lugar a lo que se ha denominado “evaporación del hardware”, al reducirse los requerimientos de los equipos. Otra consecuencia relevante de estos cambios es que nuestra privacidad se verá reducida, al producirse una cesión voluntaria de nuestros datos para acceder a los servicios prestados por estas tecnologías.

El objetivo declarado por el Gobierno es que en 2025 exista en España una cobertura del 5G, para el 75% de la población, para lo cual ya está consignando partidas económicas específicas, bajo el marco del llamado Plan de Conectividad.

En el ámbito educativo con la tecnología inalámbrica 5G, se abren las puertas a la alta conectividad y con ello se expande la capacidad de las escuelas para gestionar la realidad educativa desde una nueva perspectiva. Con las redes 5G va a cambiar no solo la forma de almacenar la información, sino también la ubicación de los datos en las escuelas. Ya que, con una latencia mínima en el acceso, ya no será necesario invertir en equipos informáticos costosos dentro de las instituciones, sino que, todo se podrá almacenar y procesar directamente desde la nube. El acceso a tecnologías como la Inteligencia Artificial, la Realidad Aumentada o la Realidad Virtual serán más factibles.

Las redes 5G deben representar una oportunidad para disminuir la brecha digital. Esto implica que las inversiones en la enseñanza pública deben cubrir convenientemente aspectos como la actualización de las infraestructuras, la formación digital del profesorado, el desarrollo del software educativo, etc.

Es una realidad generalizada que la dureza de la pandemia global que sufrimos ha forzado a los sistemas educativos a integrar el formato virtual en sus modalidades de enseñanza. No se trata de una alternativa sustitutiva pero sí complementaria a la formación presencial y ha llegado para quedarse. Por tanto, es relevante asegurar un nivel óptimo de calidad en la conectividad, a través de unas infraestructuras que resulten sostenibles en el tiempo.