La búsqueda de Cervantes
El pasado 23 de febrero, casi un año después de que comenzara la investigación, se produjo el hallazgo de los restos de Miguel de Cervantes, el creador de la mejor novela escrita en castellano de toda la historia de la literatura, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, publicada en 1605. La investigación se realizó en la cripta de la iglesia de las monjas Trinitarias Descalzas en Madrid. El escritor había expresado su deseo de ser enterrado en ese convento porque era vecino del barrio, residía en la calle perpendicular, calle del León, esquina con Francos, hoy Cervantes; se trataba de las monjas protegidas del conde de Lemos, a quien Cervantes dedicó el Quijote; y en el convento estaban su hija natural, Isabel de Saavedra, que asumió el nombre de sor Antonia de San José, al igual que su madre, quien pasó a llamarse Mariana de San José. Cervantes fue enterrado el 23 de abril de 1616 y amortajado con el hábito de la Orden Tercera (la seglar) de San Fra