Informe sobre la universidad española: ¿hacia dónde vamos?
Ayer se dio a conocer el informe ‘Propuestas para la reforma
y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español’,
elaborado por una comisión de expertos
nombrada hace aproximadamente un año por el ministro de educación José Ignacio
Wert. Según las conclusiones de estos expertos, la universidad española
requiere una profunda reforma. Para ello aportan una serie de recomendaciones
dirigidas a replantear todos los aspectos fundamentales: la gobernanza de las
universidades, la selección de su profesorado, la gestión económica o la
evaluación de resultados, todo ello dirigido a mejorar la eficiencia de las
instituciones universitarias. El mapa universitario actual está conformado por
50 universidades públicas y 31 privadas, que integran 236 campus, y que en su
conjunto atienden a un millón y medio de estudiantes.
El informe que fundamentalmente hace referencia a las
universidades públicas cuestiona una serie de aspectos vinculados al carácter
democrático de las mismas, pero también contradice las actuales líneas de
actuación del gobierno español en esta materia, que ha recortado sensiblemente
la financiación de las universidades y de los programas nacionales de
investigación. Se propone alcanzar el 3% del PIB de inversión en educación
superior, cuando ahora es menos del 2%. También reclaman más dinero para becas
y ayudas al estudio porque el sistema actual es muy deficiente. El gobierno ha
reducido un 75% su aportación al programa de movilidad europea Erasmus y ha
eliminado las ayudas al Séneca (movilidad nacional).
La calidad de las
universidades españolas es, a juicio de los expertos que forman la comisión,
insuficiente y plantea la ausencia de los campus españoles en los rankings de
las mejores universidades internacionales. Los expertos proponen fomentar la competitividad entre las
universidades. Más financiación y en base a resultados. También recomiendan
vincular entre el 20 y el 25% de los presupuestos de las universidades públicas
a los resultados de investigación y docencia.
El informe plantea límites a la autonomía de las
universidades, reconocida por la Constitución española. Da una gran relevancia
a la figura del rector, otorgándole amplios poderes, sería elegido cada cinco años (de entre
académicos candidatos de cualquier parte del mundo) por un Consejo de la
Universidad en el que entrarían a participar las comunidades autónomas, es
decir la clase política. Además, habría una doble vía de acceso al profesorado:
una para ser titulares y catedráticos funcionarios y otra para ser titulares y
catedráticos contratados indefinidos.
Cabe pensar que las universidades no van a ver con buenos ojos que se limite su autonomía, que se merme su capacidad para gestionar con un control democrático sus políticas como ocurre ahora, o la injerencia de los gobiernos autónomos, en un marco general de desprestigio de la clase política. El Claustro pasaría a ser “órgano consultivo”. Y ámbitos como las Juntas de Facultad se propone que tengan un número reducido de miembros.
También se propone en el informe la reordenación de la
oferta de títulos y la especialización. Se considera que la oferta es excesiva
y hay que contenerla, dice el texto. Por eso, proponen establecer a escala
nacional un número mínimo de alumnos (que puede ser flexible en función de la
zona y el área de conocimiento) por debajo del cual habría que eliminar una
titulación de una campus concreto y que comunidades y universidades reflexionen
sobre la posible reducción de los campus, facultades, departamentos, etc. No
todas las universidades pueden ser generalistas, debe propiciarse un proceso de
especialización que permita la supervivencia de las mejores, según los
expertos.
Aquí se abre un debate sobre cómo se debe entender un
servicio público como el que ofrece la universidad española, cómo debe
entenderse la excelencia universitaria, cómo debe interpretarse la eficiencia y
cómo debe medirse. Recortar la representación y los órganos democráticos no
parece compatible con la transparencia que los mismos expertos exigen en su
informe. La eficiencia económica no siempre se compadece con la eficiencia de
la sabiduría. No solo está en cuestión la supervivencia económica de las
universidades, también lo está que la reflexión y la capacidad crítica se
mantengan en las aulas universitarias.
Acceso al Informe de la comisión de expertos
Acceso al Informe de la comisión de expertos
Comentarios
La mala situación en la que se encuentran las universidades públicas en cuanto a financiación se refiere está creando un malestar general que influye tanto en la docencia como en los estudiantes, pues cada vez los recortes son mayores y estos agentes del sistema universitario, ven mermadas sus posibilidades de actuación. Del mismo modo, la eliminación de becas y ayudas al estudio o los programas de movilidad de alumnado, tal y como nos lo planteaban antes del inicio de este curso académico (http://www.clarin.com/sociedad/Gobierno-elimina-becas-estudiantes-universitarios_0_799120192.html); dificultan la formación de estudiantes con un gran potencial y escasez de recursos, y, como hemos podido apreciar, este año muchos estudiantes se han quedado sin estas preciadas ayudas.
(http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/19/andalucia/1366400562_165495.html)
Por otro lado, la disminución de autonomía otorgada a las universidades es algo poco aceptable y que ocasiona la resistencia de aquellos que componen esa institución. Esto hará que las universidades se resistan a estar subordinadas a otra gestión que no sea la propia.
En cuanto a la reducción de títulos, facultades y departamentos, es importante considerar la importancia de reducir en gastos; pero, por otro lado, no todos los alumnos pueden permitirse el desplazamiento a otras comunidades para estudiar, más, si tenemos en cuenta la reducción de becas y ayudas.
Me parece una muy buena entrada con una muy buena reflexión. Felicidades y gracias por la información aportada.
La mala situación en la que se encuentran las universidades públicas en cuanto a financiación se refiere está creando un malestar general que influye tanto en la docencia como en los estudiantes, pues cada vez los recortes son mayores y estos agentes del sistema universitario, ven mermadas sus posibilidades de actuación. Del mismo modo, la eliminación de becas y ayudas al estudio o los programas de movilidad de alumnado, tal y como nos lo planteaban antes del inicio de este curso académico (http://www.clarin.com/sociedad/Gobierno-elimina-becas-estudiantes-universitarios_0_799120192.html); dificultan la formación de estudiantes con un gran potencial y escasez de recursos, y, como hemos podido apreciar, este año muchos estudiantes se han quedado sin estas preciadas ayudas.
(http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/19/andalucia/1366400562_165495.html)
Por otro lado, la disminución de autonomía otorgada a las universidades es algo poco aceptable y que ocasiona la resistencia de aquellos que componen esa institución. Esto hará que las universidades se resistan a estar subordinadas a otra gestión que no sea la propia.
En cuanto a la reducción de títulos, facultades y departamentos, es importante considerar la importancia de reducir en gastos; pero, por otro lado, no todos los alumnos pueden permitirse el desplazamiento a otras comunidades para estudiar, más, si tenemos en cuenta la reducción de becas y ayudas.
Me parece una muy buena entrada con una muy buena reflexión. Felicidades y gracias por la información aportada.
La mala situación en la que se encuentran las universidades públicas en cuanto a financiación se refiere está creando un malestar general que influye tanto en la docencia como en los estudiantes, pues cada vez los recortes son mayores y estos agentes del sistema universitario, ven mermadas sus posibilidades de actuación. Del mismo modo, la eliminación de becas y ayudas al estudio o los programas de movilidad de alumnado, tal y como nos lo planteaban antes del inicio de este curso académico (http://www.clarin.com/sociedad/Gobierno-elimina-becas-estudiantes-universitarios_0_799120192.html); dificultan la formación de estudiantes con un gran potencial y escasez de recursos, y, como hemos podido apreciar, este año muchos estudiantes se han quedado sin estas preciadas ayudas.
(http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/19/andalucia/1366400562_165495.html)
Por otro lado, la disminución de autonomía otorgada a las universidades es algo poco aceptable y que ocasiona la resistencia de aquellos que componen esa institución. Esto hará que las universidades se resistan a estar subordinadas a otra gestión que no sea la propia.
En cuanto a la reducción de títulos, facultades y departamentos, es importante considerar la importancia de reducir en gastos; pero, por otro lado, no todos los alumnos pueden permitirse el desplazamiento a otras comunidades para estudiar, más, si tenemos en cuenta la reducción de becas y ayudas.
Me parece una muy buena entrada con una muy buena reflexión. Felicidades y gracias por la información aportada.
Entre las reformas que ellos proponen se encuentra la de invertir más en investigación y, yo personalmente considero que las universidades españolas deberían fomentar y proporcionar más facilidades para la investigación ya que ésta es una correcta vía para mejorar muchos de los problemas relacionados con la educación de este país.
Haciendo referencia a la reducción de plazas en las universidades, decir que estoy en parte de acuerdo ya que hay muchas universidades en las que ofertan, en determinadas carreras, demasiado número de plazas quedando la nota exigida en un nivel bajo para la importancia que posteriormente tiene el trabajo que desarrollan las personas con esas titulaciones aunque, por otro lado y atendiendo a la reducción de las becas comentado anteriormente, hay muchos estudiantes que, en los tiempos que corren, no pueden permitirse el lugar de desplazarse a otras ciudades para estudiar por no obtener plaza en la universidad de su lugar de residencia.
Para ser eficientes se tiene que elimar lo que no funciona, solamente hay que pensar en lo que importa y aferrarse a ello. Pero, ¿Es que por ejemplo las becas Séneca no son importantes? ¿Las ayudas de becas Erasmus no lo son? ¿Y las becas en general? Desde mi punto de vista creo que la eliminación de becas y ayudas para el estudio o los programas de movilidad de alumnado, tal y como nos lo planteaban antes del inicio de este curso académico, dificultan enormemente la formación de los estudiantes con un gran potencial y escasez de recursos, y, como hemos podido apreciar, este año muchos estudiantes se han quedado sin estas ayudas tan preciadas y que muchos merecen.
Pienso que si es importante que conozcamos la situación actual de las Universidades y el sistema educativo y gracias a este artículo podemos lograrlo en parte, aun así yo no comparto la Ley Wert, la LOMCE, la veo absurda en muchos aspectos puesto que no entiendo como pretende que la educación, la formación que se lleva a cabo en las Universidades, sea mas eficiente y eficaz disponiendo de menos recursos, de menos ayudas tanto para el profesorado como para los alumnos (becas, etc). Y en lo referente a la disminución y el límite de autonomía que tendrán las Universidades debo decir que no estoy deacuerdo ya que se va a mermar su capacidad para gestionar con un control democrático sus políticas como ocurre actualemente, o la injerencia de los gobiernos autónomos, en un marco general de desprestigio de la clase política. Y, además, el claustro pasaría a ser un órgano consultivo, algo que me parece incoherente.
Por último, haciendo referencia a lo de la reducción de títulos, departamentos e incluso facultades, decir que puedo comprender el hecho de que haya que reducir gastos aunque no todos los estudiantes disponen de un nivel económico que les permita movilizarse a otras comunidades para continuar con sus estudios o algo parecido. Además creo que ya han recortado bastante tanto en educación como en sanidad y podría empezar a recortar en otros aspectos que no afectaran tan directa y gravemente a la sociedad.
En cuanto a la calidad del profesorado, pienso que la nota para el acceso a las distintas carreras deberían estar mas niveladas y no permitir que gente que no quiera estudiar esas carreras, acceda a ellas sólo porque la nota es más baja. Así, personas que no están motivadas, estudien carreras que más tarde no a la hora de trabajar no intenten mejorar o involucrarse en sus clases o trabajos y se produzca una desmotivación por parte de todos.
Yo creo que la calidad de las universidades no se va mejorar si se reducen las becas, ya que se van a perder verdaderos talentos, por no poder pagar el dinero que supone estudiar una carrera universitaria.
En mi opinión, deberían nivelar las notas de acceso a la universidad y establecer una igualdad, para evitar que personas que no les guste una profesión no se metan a ella por otros temas.
Creo que es muy importante que conozcamos cual es la situación actual de las universidades, y a través de la lectura de este artículo podemos comprender mejor, como está la situación actual respecto a la LOMCE. Para finalizar señalar, que no todo el alumnado puede permitirse el desplazarse a otras comunidades para estudiar, ya que tampoco se les pone a favor una beca considerable para poder realizar dichos desplazamientos. Creo que este artículo, hace una buena crítica.
En definitiva, que con esta reforma para la calidad y eficiencia (que en mi opinión esto solo se ve en el titulo) el ministro Wert pretenden una formación universitaria elitista en la que solo prevalezcan y continúen aquellos que mejor económicamente estén adaptados al contexto, ya que si reduce las prestaciones y las ayudas muchas familias españolas no podrán ofrecer a sus hijos una formación universitaria debido al desempleo y a la situación socioeconómica de España actualmente.
Es evidente la necesidad de una reforma en las universidades españolas puesto que la mala gestión y organización de las mismas está afectando directamente en los alumnos. En mi caso y en mi grado, hemos sido el conejillo de indias y han probado todo lo que les ha dado la gana con nosotros. Si no funciona, lo cambian y si funciona sigue y mientras estamos nosotros aguantando. Ni los propios profesores saben que hay que hacer en cada momento con tantos cambios que el gobierno está realizando en las Universidades.
Respecto a las Becas, me parece injusto que no nos den la oportunidad de aprender en otras ciudades ya no solo los estudios que estés realizando sino también otros idiomas. Son experiencias que no deberían eliminarse. El problema es que las becas muchas veces no son equitativas y las personas que de verdad quieren estudiar no reciben beca para ello, y otros que están estudiando pero no hacen nada tienen su dinero riéndose del sistema educativo.
Eliminar alumnos, reducir facultades, departamentos y campus, ¿es de verdad la mejor manera para hacer que las universidades sean más eficaces y con más calidad? ¿Por qué no contratan a mas profesorado y más especializado para impartir las clases y así no hay clase de 130 alumnos? ¿No se supone que con el plan Bolonia las clases debían de ser de 30 alumnos? No sabemos ni nosotros que queremos ni cómo hacerlo
Y ahora nos vienen con el títere que las universidades deben competir como las multinacionales por llevarse el trozo de pastel más grande y que además de esto la corrupta política entre en sus aulas. ¡No señores, basta ya!, es correcto que debe realizarse una revisión de la política universitaria, pero no nos vayamos a los extremos, no pongamos en tela de juicio su autonomía y sobre todo no tomemos una política privatizadora con tanto sabor yanqui.
No considero sensato disminuir las becas ya que la educación es un derecho universal y no debería de existir un filtro o criba por razón económica familiar.