El mundo es nuestro, casi...




'El mundo es nuestro' es una película pero también algo más. Es un proyecto sacado adelante al margen de la industria cinematográfica, por obra y gracia de su director Alfonso Sánchez, que también la produce y la protagoniza, junto con Alberto López. Estos artistas sevillanos han sabido concitar el interés de mucha gente mediante sus parodias de andaluces, o mejor dicho de sevillanos montados en el tópico, poniendo en solfa las miserias de nuestra sociedad actual.

La película se inicia con dos nazarenos, en realidad dos personajes marginales, que van en moto a atracar un banco. Este inicio -ver el vídeo- es toda una declaración de intenciones. El Cabesa y el Culebra tienen un plan pero empieza a torcerse desde el mismo momento en que van de camino al banco y el ciclomotor se queda sin gasolina.

Se trata de una comedia negra en la que se van desencadenando una serie de situaciones encarnadas por un grupo de personajes que quedan atrapados en la oficina bancaria atracada. Una pareja joven a punto de casarse que está gestionando una hipoteca;un desempleado que intenta que le adelanten un dinero para que no le embarguen por un impago; una cajera harta de un trabajo en el que maneja el dinero que no es suyo; un director de banco con pocos escrúpulos; un empresario corrupto, otro arruinado por los impagos de la administración y así hasta completar un cuadro perfectamente identificable en la España actual, inmersa en una tremenda crisis provocada por incompetentes que están en los bancos y la política.

La película, interpretada por un elenco de actores casi desconocidos, ha recibido el apoyo de la crítica. Ha obtenido la Biznaga de Plata al mejor actor y el premio especial del público en el último Festival de Cine de Málaga.

Tras el éxito de los cortos difundidos en Youtube con los diálogos del Rafi y el Fali, los personajes encarnados por Alfonso Sánchez y Alberto López, esta pareja artística ha dado el paso para producir su primer largometraje con un presupuesto muy modesto y acudiendo a fórmulas originales buscando apoyo en las redes sociales y en la venta de participaciones de producción de 120 euros.

En síntesis, una película producida al margen de modelos convencionales, planteada en un contexto muy local -Triana, un territorio que hay que encontrar en Sevilla-, pero con un mensaje muy crítico y muy válido dirigido a la realidad descorazonadora que hoy nos envuelve.

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