viernes, 15 de febrero de 2008

Del negocio del libro al negocio de la lectura

El libro impreso es sin duda el referente principal para la cultura contemporánea, en cuanto que aporta el armazón y el soporte "físico" del saber. Incluso en la actualidad cuando hablamos de la cultura audiovisual o tecnológica, resulta interesante hacer una reflexión para tratar de establecer si lo audiovisual se aleja cada vez más de lo cultural, deslizándose hacia el terreno del espectáculo.
Los libros además, hace tiempo que han incorporado ventajas ergonómicas como la portabilidad o su fácil acceso. La cuestión en estos tiempos tecnológicos, digamos más lógica, en relación con el libro consiste en abordar su versión digital. De hecho, este reto está resuelto. La creación de un lector electrónico portátil es una realidad. Sin embargo, igualar la calidad de visión que aporta la tinta sobre el papel, está siendo algo más problemático. Este es un tema de gran trascendencia, aunque todavía controvertido, entre otras cosas por los considerables intereses económicos que están en juego. Como es evidente se trata de una cuestión que afecta de manera muy importante a la vertiente de los libros de texto. Así, nuestro querido compañero Manuel Area, en su interesante blog ha incorporado el debate de los ebooks escolares como alternativa al libro de texto convencional.
En un artículo publicado esta semana en The New York Times (edición en español) por Randall Stross titulado "Sin papel, pero un libro al fin y al cabo", se hace un análisis de la cuestión tomando el caso del lector electrónico Kindle, puesto en circulación por la empresa de distribución por Internet Amazon. Se trata de un lector de libros electrónicos, con una capacidad para más de 2oo libros que pueden cargarse sin necesidad de cables utilizando redes inalambricas de alta velocidad y además, puede reproducir periódicos, revistas y blogs. Su peso es de 300 gramos.
El dispositivo emplea la tecnología E Ink. La empresa Sony emplea la misma tecnología para su lector de libros electrónicos Reader. El lector vendido por Amazon (su precio es de 399 dólares) reproduce los textos en cuatro tonos de gris y el resultado parece que es bueno.
El hecho de que estas iniciativas de implantar un lector electrónico que pueda llegar a sustituir al tradicional libro de texto, es algo sujeto a muchas variables, entre las que hay componentes culturales, económicos, educativos, comerciales y sociales. Tenemos costumbres muy arraigadas sobre la lectura, el carácter material y de propiedad que nos aporta el libro. También hay problemas a resolver como el espacio que ocupa y su gestión. Pero sin duda hay que reconocer que en el mundo del libro las cosas están cambiando.
Con su iniciativa Amazon, de manera imaginativa, ha empezado a proponer la sustitución paulatina del negocio del libro por el negocio de la lectura.

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